Consejos para fotografiar niños con naturalidad
Cuando tienes que fotografiar a un niño, puedes pensar que será un proceso alegre, divertido, en el cual no encontrarás ningún inconveniente, algo tan pequeño puede ser fácil de manejar pero sin embargo, la mayoría del tiempo no es así, los niños por naturaleza son más inquietos que los adultos, ven la vida distinta, se comportan distinto, por lo que las sesiones de fotos también serán distintas.
En este artículo encontrarás:
Haz las fotos de la forma más natural posible
Recuerda que cuando eres niño la espontaneidad es tu punto fuerte, un niño no entiende como un adulto (a grandes rasgos) sentimientos como la felicidad, molestia, orgullo o vergüenza.
No es recomendable abordar al niño y decirle cómo quieres que se vea, lo ideal es dejarlo que fluya, es ahí cuando te darás cuenta de que puedes capturar varios sentimientos en poco tiempo.
La idea es que el niño piense en disfrutar de ese momento tanto como lo harías tu. Cuando juegan o están en su zona de confort se hace todavía más sencillo capturar expresiones o estar tranquilo ante cualquier situación que surja, por ejemplo, si llora o decide sentarse a jugar es algo que debes tener en cuenta a la hora de hacer las fotos.
Algunos fotógrafos de niños recomiendan dependiendo del lugar, que se lleven a los niños a sitios donde estos se recreen, para que así no se enfoquen en que hay un adulto mirándolos, sino que pasarás a ser un acompañante de juegos, eso te dará una ventaja para hacer fotos lo más naturales posibles.
Convierte en un niño más
Los niños cuentan con la facilidad de hacer que todo lo que está a su alrededor gire en torno a ellos, por eso, no te pierdas nada, intenta entrar en su mundo, si necesitas que hagan una pose en específico no se lo ordenes, intenta contarles una historia, si necesitas que se levanten rectos diles que imiten a un soldado y así sucesivamente.
Realmente lo que necesitas es mucha creatividad, ser muy genuino con cada niño que fotografíes, dejar que la imaginación haga de las suyas, lograr en lo posible ser su amigo, para que así le saques el mayor potencial a toda esta experiencia.
No canses a los niños
Cuando se realizan este tipo de sesiones, lo recomendable es que duren aproximadamente una hora como mucho, por eso es bueno llevar todo planificado. Trata en lo posible que los niños estén en espacios que no les incomoden, mantener lejos las grandes luces o trípodes ayudará.
Los niños cuentan con mucha libertad, pueden expresarse con tranquilidad siempre y cuando se desarrollen en un ambiente en el que se sientan tranquilos y cómodos.
No te olvides de interactuar con ellos a su ritmo y solo disfruta de cada captura.
Utilizar luz natural
Si lo que deseas es realizar un retrato, trata que sea un espacio abierto en el que puedas tener al niño más cerca. En el lugar ideal con mucha tranquilidad puedes pedirle al niño que se siente o contarle una historia que aflore su expresividad.
Puedes sacarle más provecho a las horas doradas o si tienes unas sombras no muy duras en la localización, puedes usarlas para suavizar más la luz.
Rangos focales amplios en tu cámara
Lo ideal es que tengas objetivos con un rango focal variable, para poder jugar con tomas más cerradas y otras que incluyan el escenario sin tener que andar cambiando el objetivo.
La velocidad de obturación debería ser rápida de manera que puedas tener fácil capturar todo lo que hace el niño aunque se mueva demasiado.
Recuerda que un niño se mueve mucho más que una persona adulta, por ello, si te enfocas solo en fotografiarlo desprevenido tardarás mucho en hacer la foto, es mejor fotografiar e ir interactuando con el niño de manera que el resultado sea lo más genuino posible.
Habla siempre con sus padres
La comunicación entre los cuidadores del niño y tú es fundamental, la idea es que sea un rato que disfruten también debido a que ellos están principalmente interesados en que las fotos salgan lo mejor posible.
Cuéntales en el proceso lo que estás haciendo y lo que quisieras lograr con el niño, también, preguntarles si les está gustando el resultado, hacerles ver que realmente para ti es importante que el resultado de tu trabajo sea el mejor.
Evita a toda costa mandar al niño
Si le exiges al niño que haga cualquier cosa automáticamente lo estarás limitando, deja que el niño sea libre de esa forma podrás capturar su verdadero ser, aprovecharás mas el tiempo. Claro está, puedes llamarle por su nombre, pedirle que se dirija a un sitio, pero, habla con él no trates de hacerte ver más grande porque solo verá en ti a un superior.
A los niños se les debe tratar como un amigo alguien que entiende lo que quieres decir, los niños en su mayoría son muy dispuestos y abiertos a escuchar opiniones, no ordenes, por eso habla con el niño. Pregúntale que le gusta, su personaje o juguete favorito, si partes de ahí lograrás tener un niño seguro de lo que está haciendo junto a ti.
Viste con la ropa más cómoda posible
Recuerda que no estás con adultos los cuales son previsibles, los niños corren, gritan, son inquietos, por eso trata de ir con ropa con la cual puedas moverte y adoptar cualquier postura. También coloca todo a mano para que el proceso sea lo más ágil posible.
En conclusión, deja que la libertad, diversión, y ocurrencias, sean el centro de atención en tu sesión fotográfica, con estos pequeños consejos seguro lograrás esas tomas que tanto buscas.
Artículos relacionados
Ganar dinero con la fotografía de stock